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Mi Agenda: Cómo pasé de la frustración a triplicar mi productividad

Mi Agenda: Cómo pasé de la frustración a triplicar mi productividad

La primera vez que recuerdo haber tenido un encuentro cercano con una agenda, fue en un convivio de fin de año de una empresa. En ese entonces era Gerente de un Call Center y recuerdo haber visto mi nombre grabado en laser en la portada.

Inició el año y con él, mi deseo y esperanza de usar mi nueva agenda como un alto ejecutivo… pero no lo logré. Y aunque parecía obvio su funcionamiento, no sabía por dónde empezar.

Recuerdo que la simple idea de pensar que tenía que saber con antelación TODO lo que debía hacer en mi día me resultaba ilógica.

Como el lector podrá imaginar, el ritmo de mi trabajo era más del tipo “apaga fuegos”. Así que me acostumbre a improvisar cada día.

Semanas después volvía a intentar acomodar algunas cosas en la agenda, pero solo me servía para anotar fechas de cumpleaños.

Pero, para que las anotaba ahí sí puedo hacerlo en mi celular”, -decía.

En fin… los años y las empresas pasaron y en cada navidad recibía mi agenda nueva… pero ya sin mucho entusiasmo porque sabía cómo iba a terminar esa relación.

Mi último intento fue cuando decidí gastar mi dinero en una agenda pequeña. Si con una pequeña no podía… ya no podría con otras.

Y cómo podrán adivinar, tampoco pude.

No tenía el hábito de planificar y tampoco lo estaba abordando de la forma correcta. Dependía únicamente de los momentos de motivación, pero sin un sistema claro y preciso. Ahora puedo verlo claramente.

Hoy me manejo con una rutina y organizo mis actividades día a día y puedo ver realmente mi progreso.

Por supuesto que hay días que sale por completo de mi control, sin embargo, tengo la consciencia que podré reorganizarme y priorizar para los siguientes días.

¿Cómo lo logré?

De eso estaré hablando en las siguientes entradas, así que invito atentamente a no perdérselas porque iremos comprendiendo cómo se forma un hábito de forma efectiva y qué acciones en concreto debemos realizar. Pero aquí te dejo una serie de pasos simples para comenzar a hacerle frente y a comenzar a organizar mejor tu tiempo:

  • Paso 1. Establece en forma clara tus objetivos del día (parte de 3 objetivos)
  • Paso 2. Establece la hora exacta en la que lo harás y el tiempo que le dedicarás
  • Paso 3. Ve a tu agenda física o digital y bloquea ese tiempo.

Haz esto cada mañana antes de iniciar tu día o la noche del día anterior (recomendado)

Como todo proceso, al comienzo puede parecer desafiante, pero confía en el sistema, de la misma manera en la que confiamos al ir al gimnasio y no ver resultados hasta tiempo después.

Si tienes alguna duda, puedes enviarme un mensaje y con gusto te apoyaré.

Creces tú, crecemos todos.

Isaías Arredondo

Mentor de hábitos.

habitoefectivo@gmail.com

ig: @habitoefectivo