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Sentemos las bases: Qué es un hábito y cuál es la trampa de la que debemos cuidarnos

Sentemos las bases: Qué es un hábito y cuál es la trampa de la que debemos cuidarnos

En la entrada anterior te compartí mi historia de amor-odio con las agendas y cómo hoy es algo fundamental en mí día a día.

Quise comenzar con la agenda porque la considero una herramienta primordial en la formación de HÁBITOS EFECTIVOS, ya que si lo que quieres hacer no está en tu agenda, entonces realmente no es prioridad y será poco probable que realmente lo hagas.

Ahora, ¿Cómo se construye un hábito?

Definamos primero qué es un hábito.

La RAE lo define de la siguiente manera:

hábito.
M. 
1.  Modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas.

Y James Clear, autor del grandioso libro “Hábitos Atómicos” lo define de la siguiente manera:

Un hábito es una rutina o práctica que se realiza de manera regular, una respuesta automática a una situación específica.

Podemos concluir simplemente que la repetición de algo es lo que forma un hábito.

A primera vista parece algo simple, ¿cierto? y aquí está la trampa en la que la mayoría cae.

Siendo algo tan “simple”, no le prestamos mucha atención y realizamos nuestros intentos pensando que podremos con el reto.

Pero ¡oh! Nada más lejos de la realidad. Subestimamos nuestra fuerza de voluntad y lo que al inicio parece prometedor, al paso de los días o semanas, lo abandonamos sin entender muy bien qué paso… es decir, siendo algo “simple” ¿y que no pudimos con ello? Resulta difícil de aceptar, porque nos hiere en nuestro ego y nos resistimos a pensar que hay algo más.

Así que lo volvemos a intentar, una y otra vez, básicamente con el mismo resultado.

En un estudio de la Universidad de Scranton, Pensilvania, reveló que 9 de cada 10 personas FRACASAN en sus propósitos de año nuevo.

Ufff! Pero, ¿Por qué se da esta escandalosa cifra?

Ni más ni menos que por la fuerza de voluntad o lo que se cree que es.

Lamentablemente la mayoría piensa, erróneamente, que la fuerza de voluntad es el elemento clave para lograr cumplir con sus objetivos.

Y que es un recurso que podemos convocar a voluntad y que siempre estará ahí para ayudarnos en nuestro objetivo de lograr nuevos hábitos.

Por eso es que cada inicio de año se pone de moda las dietas y rutinas de ejercicio que se terminan abandonando al poco tiempo. Enero es el pico en donde más fuerza de voluntad pensamos que tenemos porque pues… año nuevo, vida nueva.

La realidad es que la fuerza de voluntad es solo una función del cerebro, qué, además de ayudarnos con la gestión de los hábitos es responsable de otras tareas, como el manejo de nuestras emociones, el monitoreo de nuestras tareas, nuestro enfoque y concentración y la toma de decisiones…

Cómo podrás notar, son muchas las tareas que debe hacerse cargo y la pila simplemente no da para más.

Y si le agregamos que a veces queremos trabajar con varios hábitos a la vez, ¡se vuelve todo un caos!

Así que ahora comprendes realmente lo que es un hábito y la trampa de la fuerza de voluntad en la que no debemos caer.

En las siguientes entradas estaré compartiendo algunas técnicas y métodos para trabajar en nuestros hábitos Efectivos SIN DEPENDER DE LA FUERZA DE VOLUNTAD.

Recibe un abrazo grande y nos leemos en la siguiente.

Isaías Arredondo

Mentor de hábitos.

habitoefectivo@gmail.com

ig: @habitoefectivo