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El paso más importante para comenzar el cambio de hábitos

El paso más importante para comenzar el cambio de hábitos

“Proponte convertirte en lector, no en leer un libro”
James Clear
Autor del Libro Hábitos Atómicos

Esta es la frase que resume una de las mayores enseñanzas de James Clear en su libro Hábitos Atómicos y que, dicho sea de paso, me voló la cabeza porque me hizo comprender que estaba haciéndolo mal todo este tiempo.

Cuando nos proponemos un hábito es normal pensar en metas, por ejemplo: leer un libro, correr un maratón, publicar un libro…

Acto seguido, trazamos un plan para que estos resultados que buscamos se den. Determinando un proceso. Una rutina, por ejemplo.

Y al final esperamos que, al lograr una meta tras meta, nos convirtamos en aquella persona que deseamos ser. Es decir, si me propongo leer un libro, al cabo de varios títulos podré denominarme un lector, ¿cierto?

Y tiene toda la lógica del mundo. Pero tiene una gran falla y te la explico a continuación:

Siguiendo con el ejemplo del hábito de lectura. Si al comienzo aún no me percibo como “Lector” estaré haciendo intentos de leer, quizás proponiéndome 20 minutos al día o 15 páginas… y puede que al comienzo lo vaya logrando. Pero ¿Qué pasa después de cierto tiempo? me encuentro con que ya no tengo tiempo o que simplemente ya no me apetece porque prefiero ver Netflix.

Y aquí está el gran error que señala el autor: como he partido de proponerme metas y aún no me percibo como lector, será completamente lógico que desista de mis intentos porque aún no soy un lector y está bien que opte por otras cosas, como ver TV.

Lo que truncará un intento más de proponerme ese nuevo hábito.

Ahora bien, si cambiamos el enfoque y partimos de la identidad y empezamos a actuar desde ahí, de verdaderamente hacer un trabajo consciente en dónde nos percibamos como un lector, entonces en estos momentos de debilidad la pregunta sería “¿Qué haría un lector en estos casos? Y la respuesta es más obvia… ¿cierto?

Si me percibo como un lector, buscaré los espacios, los momentos y continuaré con mi lectura. A veces más, a veces menos, pero seré constante porque SOY UN LECTOR.

Y esta postura, sumada a un sistema, como una rutina, hará que logremos las metas como consecuencia, no porque lo estemos buscando. ¿Diferencia radical cierto?

Dicho de otra forma, nos enfocamos en ser lectores, no en leer un libro.

Si quieres profundizar en el tema te animo a leer el libro de Hábitos Atómicos que es realmente una bomba.

Recibe un fuerte abrazo y nos leemos en la siguiente entrega. 

Isaías Arredondo

Mentor de hábitos.

habitoefectivo@gmail.com

ig: @habitoefectivo